Escribiendo una nueva historia...

Felicidades!!... es niña!!, ésta expresión me hace imaginar a una mujer que después de dar a luz espera ansiosa saber si su bebé ha nacido con bien y sobre todo cuál es su sexo, de pronto se acerca a ella una enfermera con el bebé en brazos sólo para decirle que está perfectamente y que es una hermosa niña... 

a partir de entonces la madre sabe que junto con la bebé ha nacido una gran responsabilidad para ella y sobre todo piensa que entre sus brazos tiene la oportunidad de hacer de esa personita una "gran mujer", y consecuentemente anhela criar a una mujer cuya vida sea mucho mejor de la que ella, su madre, ha tenido hasta entonces.

Es por esa imagen creada en mi mente (gracias a películas, novelas, telenovelas e incluso por experiencia, pues aunque no tengo hijos soy hija, nieta, sobrina y sobre todo mujer) que tome ésta frase como título de éste blog... mí interés es primordialmente utilizarlo como un medio de expresión, planeo escribir todos aquellos momentos de mí vida que poco a poco han ido forjando a la mujer que soy y más que nada a la mujer que anhelo ser... 

Creo que ésta es la clave "la mujer que anhelo ser": una mujer independiente, autosuficiente, libre, con amor propio y con amor para otros, una mujer ¡FELIZ!... 

Podría parecer que lo que deseo es común en toda mujer, o por el contrario que mis aspiraciones son muy altas, casi inalcanzables.

A mis 22 años, me he dado cuenta que no todas las mujeres de mi edad luchan por los mismos ideales que yo, más de las que quisiera me miran como si fuera un ser de otro planeta; otras tantas me juran que desean ser más "independientes", más liberales, de lo que imagino pero sus acciones las llevan a conductas totalmente opuestas. Son pocas quienes realmente entienden aunque no siempre comparten mi manera de pensar y otras más creen que soy algún tipo de mujer maravilla que piensa, habla y algunas veces actúa de forma tan "admirable".  

Todo esto me confunde...

Miro a las mujeres mayores de mi vida y noto con tristeza que no son "independientes", ni "autosuficientes", ni  "libres" y mucho menos "felices". Sin embargo son guerreras incansables (o totalmente exhaustas) que luchan por proteger a su familia, a sus esposos, a lo que aman y que sin darse cuenta se han convertido en el último lugar de sus prioridades.

Me siento ajena, incomprendida, ante una sociedad (ante una familia) que no se han dado cuenta que condenan a sus hijas a una vida de dependencia y de frustración justo desde el momento en el que nacen.

Estoy segura que no soy la única que intenta romper éstas cadenas y que muchas lo han logrado ya, pero creo fielmente que si queremos mujeres y hombres más capaces, más felices, necesitamos reeducarnos (quienes ya somos adultos o estamos en camino de serlo), cambiar nuestra mentalidad, hacer que nuestros actos, nuestras vidas y no sólo nuestras palabras o nuestras leyes den muestra de que hombres y mujeres somos iguales, de que somos complementos y no rivales; sólo entonces podremos educar a las generaciones siguientes.  No pongamos nuestras esperanzas en los niños de hoy para que cambien el mañana, seamos nosotros quienes cambien el "HOY" para que los niños tengan un mejor "MAÑANA".

Atentamente  :  

Bera Flo Martí .